El crecimiento de las plantas y los cultivos dependen en gran medida de las propiedades físicas y químicas del suelo, o lo que es lo mismo, su composición: minerales, materia orgánica, agua, gases como el oxígeno y el dióxido de carbono y seres vivos, principalmente microorganismos como hongos y bacterias. El suelo es el sistema de apoyo pero también la fuente nutritiva que suministra agua y nutrientes a las plantas. Por ello, un correcto equilibrio de los componentes del suelo es fundamental para garantizar un crecimiento óptimo de los cultivos. Los elementos más importantes para el crecimiento de las plantas son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el sodio (K), también conocidos como macronutrientes. El kit de análisis de suelo Milwaukee permite medir la concentración de estos tres elementos en una muestra de suelo.
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